Wednesday, November 30, 2011

The thief and the cobbler

The thief and the cobbler es un film animado que narra la historia de un zapatero que quiere conseguir el corazón de una princesa, la de un ladrón que quiere hacerse con el tesoro del reino y la de un visir que lleva la guerra a la ciudad para conseguir la mano de la princesa. Pero también es la historia de un director que durante 28 años trató de realizar la película de sus sueños, como ésta le fue arrebatada y el film quedó inacabado. Fue otro director el encargado de completarla siendo pésimos sus resultados. Podría decirse que la historia detrás de la película es incluso más interesante que la propia película. Una compleja y larga historia que paso a relataros y como toda buena historia ésta empieza con un...


ÉRASE UNA VEZ...

Una película que tardó 28 años en realizarse (lo que la convierte en la película con el mayor tiempo de producción de la historia). Sus comienzos datan de 1964, cuando el director Richard Williams tuvo la idea de hacer una película sobre Mulla Nasruddin, un personaje del folclore oriental sobre el que Williams había hecho las ilustraciones de un libro de Idries Shah que recogía cuentos sobre el personaje.

Para poder financiar su película, Williams se encargó con el paso de los años de varios proyectos, como A Christmas carol (1971) (que le reportó su primer Oscar), Raggedy Ann & Andy: A musical adventure (1977) o diversos anuncios, para de forma paulatina desarrollar su proyecto, que 1969 tenía el nombre de "The amazing Nasruddin", éste fue el primero de varios nombres por los que pasó el proyecto, después recibiría el de "The majestic fool" y más tarde el de "Nasruddin!".

En 1972 la familia Shah amenazó con demandar a Williams por los derechos del guión, ya que consideraban que eran los dueños de las historias sobre Nasruddin que recogía el libro, por lo que exigieron el 50% de los beneficios de la película. Debido a este problema, Williams decidió parar la producción. No fue hasta 1973 cuando Williams anunció que la producción tomaría un nuevo rumbo. Para esquivar las demandas de la familia Shah, se abandonó el personaje de Nasruddin y Wiliams escribió con la ayuda de su mujer un nuevo guión, que contaba con una historia original vagamente inspirada en Las mil y una noches, que sería el verdadero nacimiento de "The thief and the cobbler". Aun así Williams aprovechó casi todo el material ya creado hasta el momento que no incluyese al personaje de Nasruddin y lo utilizó para la nueva película. De todas formas, Nasruddin realiza un cameo, aparece entre la multitud sentado de espaldas en un burro cuando Zigzag entra en la ciudad (como muestra la imagen inferior).

Williams se rodeó de los mejores animadores para crear su película, nombres ligados a la era dorada de la animación como los de Art Babbitt, Emery Hawkins o Grim Natwick, y vistos los resultados de la película, el director extrajo lo mejor de todos ellos. Juntos trabajaron en los estudios de Williams en Londres en una producción que se fue haciendo cada vez más y más ambiciosa, tal y como declaró Williams "La idea es hacer la mejor película de animación de la historia, realmente no hay ninguna razón para no hacerla". No eran palabras dichas al azar, Williams y su equipo hicieron cosas increíbles, como crear efectos en tres dimensiones con escenas dibujadas a mano, cuando no existía la tecnología para generar esas imágenes por ordenador. Y como nota de la calidad de su trabajo, apostaron por realizar la película a 24 fotogramas por segundo, cuando la animación más barata lo hace a 12. Además de apostar por un glorioso formato panorámico.

En 1978 un golpe de suerte pareció tocar a la producción, un príncipe de Arabia Saudí llamado Mohammed Feisal se interesó por la película y acordó financiar a modo de prueba, 10 minutos de la misma, presupuestados en 100.000 dólares. Éste podía ser el espaldarazo definitivo que necesitaba la película para despegar. Williams se decantó por la compleja secuencia de la máquina de guerra para realizar dicha prueba. El director no cumplió el plazo establecido en dos ocasiones, finalmente logró terminar la secuencia en 1979 con un coste final de 250.000 dólares. Aunque la calidad de la misma estaba fuera de toda duda, el príncipe decidió salirse de la producción por no cumplirse los plazos y por los excesos presupuestarios. Ésta no fue la gran oportunidad que le permitió a Williams meter su película en plena fase de desarrollo, esa tardaría unos años en llegar con los nombres de Spielberg y Zemeckis ligados a ella.

En 1984 el productor Gary Kurtz (La guerra de las galaxías, Cristal oscuro) se compromete a ayudar a la película, la cual recibe un pequeño impulso económico y es promovida por estudios y fans de la animación.

Williams conoció a Jake Eberts (El nombre de la rosa, Bailando con lobos) en 1986, éste mediante su productora Allied Filmmakers financió la película poniendo 10 de los 28 millones que terminó costando la producción. Allied Filmmakers, junto con su socia de ventas, Majestic Films, comenzaron a promocionar la película en los comercios de la industria bajo el título de "Once...".

Robert Zemeckis y Steven Spielberg se hicieron eco de una exitosa proyección de 12 minutos de la película de Williams y decidieron echarle un vistazo por si mismos. Su reacción fue tan entusiasta que le encargaron a Williams que dirigiese las secuencias de animación de ¿Quién engañó a Roger Rabbit? (1988), película que dirigiría Zemeckis con la producción de Spielberg. Williams aceptó hacerlo para así conseguir financiación para The thief and the cobbler y poder terminarla. Disney y Spielberg le dijeron que si aceptaba le ayudarían a distribuirla. ¿Quién engañó a Roger Rabbit? fue un éxito enorme y Williams ganó 2 Oscars por su trabajo, además consiguió un acuerdo de financiación y distribución con Warner Bros. para The thief and the cobbler. Williams también consiguió dinero de inversores japoneses. La película por fin entró en plena producción en 1989, dejando de ser una producción independiente. Irónicamente ese fue el principio del fin.

Por su parte Disney comenzó a trabajar en Aladdin (1992), película que guardaba varias coincidencias en tono y estilo con The thief and the cobbler. Además el personaje de Zigzag (villano de la función) tiene semejanzas con Jafar y el Genio de Aladdin. Añadiendo que Jafar tiene a Iago, un loro, como esbirro y en Zigzag tiene a su vez a Phido, un buitre. El personaje del Rey Nod de The thief and the cobbler es muy similar al Sultán de Aladdín, lo mismo que su relación con el villano, quien quiere traicionarle y tiene planes de casarse con su hija. Jasmine y Yum-Yum son mujeres de gran belleza que se enamoran de un hombre pobre, pero de buen corazón.

Con la producción de una rival directa como Aladdin en marcha, el productor Fred Calvert pidió a comienzos de 1991 que se hiciese un análisis del estado de la producción. Williams había incumplido la fecha de finalización de la película y aun le quedaban por completar entre 10 y 15 minutos de metraje, lo que implicaba varios meses más de producción. Al director se le pidió que mostrará a los inversores un borrador de la película, completando las escenas restantes con storyboards. Williams tardó dos semanas en hacer lo que los productores le habían pedido. Completó una primera versión de la película, combinando material terminado, pruebas hechas a lápiz y storyboards, esa versión es en gran medida la que se ha distribuido por internet con el nombre de "Recobbled cut" y es la que se considera como la más cercana a la película que Williams imagino.

Esa versión de prueba fue mostrada a la Warner y tuvo una mala recepción. En septiembre de 1992 la productora perdió la confianza en la película y se retiró del proyecto. La compañía Completion Bond tomó el control y Williams quedó apartado de su película. Los inversores japoneses también dejaron la producción después de una fuerte recesión que sufrió su país.

Completion Bond le encargó a Fred Calvert terminar la película de la forma más rápida y barata posible. Calvert hizo muchos cambios respecto al film de Williams. Se contrataron a nuevos guionistas y restructuraron la película, aunque intentaron incluir todo el material posible creado por Williams. El personaje de Tack, hasta entonces no hablaba paso a tener voz. Y las voces ya grabadas para los personajes fueron grabadas de nuevo. Se añadieron cuatro (horribles) canciones. Se infantilizó en un intento de "disneyzar" la película (por ejemplo, la versión de Williams incluía más de 1.000 muertes, pero tras el paso de Calvert se redujeron a menos de 100). Calvert tuvo la película terminada en 18 meses, tiempo que necesitó para echar por tierra la película de Williams, la magistral animación de éste fue sustituida por otra de pésima calidad. Aun así Calvert intentó mantener todo el metraje de Williams que pudo, pero daba igual el daño ya estaba hecho.

Dos versiones de la película fueron estrenadas, la primera en 1993 en Australia y Sudáfrica con el título de The princess and the cobbler y la segunda en 1995 en EE.UU. como Arabian knight (en su distribución en video recuperó su título original y fue vendida como The thief and the cobbler). The princess and the cobbler fue distribuida por Majestic Films Internacional y Arabian knight por Miramax Films. La película fue en EE.UU. un absoluto fracaso comercial, donde sólo recaudó 669.276 dólares.

Los actores que ponían voz a los personajes cambiaron de una versión a otra. Sean Connery fue Tack en la versión original, Steve Lively lo fue en la versión de Majestic Films y Matthew Brodderick/Steve Lively en la versión de Miramax. La Princesa Yum-Yum tuvo la voz de Hilary Pritchard en la versión original, la de Bobbi Page en la de Majestic y Jennifer Beals/Bobbi Page en la de Miramax. Vincent Price se mantuvo como Zigzag en las tres versiones. Anthony Quayle puso voz al Rey Nod en la versión original y Clive Revill en las otras versiones.


VALORACIÓN

Tras ver el "Recobbled cut" de la película, la versión más cercana a la visión de Williams, nos encontramos con un caso similar al de Superman II: El montaje de Richard Donner, la película que vemos no es más que una muestra de lo que pudo haber sido y no fue, una aproximación a una película que en realidad nunca existió. De modo que, a la hora de opinar sobre la película lo haré siendo consciente de ese hecho.

Nunca sabremos si el film hubiera sido la mejor película de animación de la historia como pretendía Williams, pero lo que sí sabemos es que se trata de una obra cumbre del género. Su animación distinta, fascinante, extraña, por momentos surrealista, de formas geométricas y de inspiración árabe, es un punto y aparte dentro del género. Cada secuencia es un intento de un "más difícil todavía", un reto constante para los sentidos, cuya base parece ser la épica por la épica. El nivel de la producción es tan monumental, que uno llega a comprender que Williams nunca lograse terminarla, la producción era demasiado ambiciosa. Hay secuencias que el director estira y estira, rizando el rizo, como si simplemente intentara epatarnos con su técnica, mostrándonos hasta donde puede llegar. Además Williams llena la pantalla de miles de detalles que se escapan en un primer visionado, que no hacen más enriquecer aun más la obra.

Se agradece su tono adulto, alejado del cine de animación de Disney, así como su apuesta de potenciar la imagen por encima de la palabra, acertadamente Williams la definió como "una película muda con mucho sonido", todo se apoya en la imagen, en contar una historia de forma visual, lo que la convierte en cine en estado puro. Lo que no quiere decir que el guión no esté a la altura, la película no bebe sólo de la animación, hay escenas genialmente escritas, como la resolución de la amputación de las manos del ladrón, tan inteligente como simpática.

Hay secuencias que son una maravilla para la vista, la persecución del ladrón y el zapatero por el palacio es una muestra constante de hallazgos visuales, unos simples clavos cayéndose al suelo se convierte en algo espectacular, el ladrón volando con unas alas improvisadas deja con la boca abierta, el travelling que va desde la ciudad dorada hasta un primer plano del villano One Eye desafía todas las leyes de la animación, pero la secuencia que se lleva la palma es la de la máquina de guerra, una sucesión inagotable de gags visuales llevadas hasta el infinito, que supone uno de los mayores hitos de la historia de la animación.

Por ponerle una pega a la película, ésta sería la falta de cohesión entre la historia del ladrón y la del zapatero, aunque ambas siguen el mismo camino, transmiten la sensación de ser dos películas distintas, que apenas parecen guardar relación entre ellas. Pero esto es simplemente por buscarle algún defecto, ya que no afecta al avance de la historia.

El ladrón termina siendo el rey de la función, aunque la historia principal es la del zapatero, termina siendo el ladrón quien roba (literalmente) cada escena, sus apariciones son lo mejor de la película (mi preferida es durante el partido de polo en la que la pelota parace tener vida propia), siempre repletas de gags. El personaje bebe a partes iguales de los cartoons de los Looney Tunes como de las estrellas del cine mudo como Charles Chaplin y Harold Lloyd.

Un canto de amor a la animación tradicional, el sueño incumplido de un director, una película sin fin perdida en el tiempo, una joya que el propio ladrón ansiaría robar, todo eso es The thief and the cobbler, y sobre todo, una película a descubrir. Aun sin importar que el "Recobbled cut" no sea esa deseada versión definitiva, merece la pena que le déis una oportunidad y os dejéis llevar por esta producción única e inolvidable, la experiencia merece la pena.

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